Bienestar financiero

5 consejos para prepararse ante una recesión económica

(4 Minute Read) - Una recesión económica puede asustar a muchos. Pero la realidad es que las recesiones económicas se producen periódicamente cuando el entorno económico necesita enfriarse.

Cuando la economía es fuerte y crece, eso empuja a factores financieros como la inflación hasta un punto a menudo incómodo. Con el aumento de los costes que conlleva la inflación, una ralentización del crecimiento económico -como una recesión- puede ayudar a reducir esos costes. Este ciclo de expansión y contracción es habitual en la economía estadounidense. 

Pero intuir una recesión económica en el horizonte puede causar cierto pánico. Por ejemplo, la tasa de desempleo podría aumentar a medida que las empresas aprietan las riendas de sus finanzas. Esto dejaría a algunos en busca de un nuevo empleo. Además, es probable que los tipos de interés suban en una recesión, ya que las subidas de tipos ayudan a estabilizar la inflación. Esto podría repercutir negativamente en el coste de los préstamos para millones de personas. 

Estos aspectos generan cierta preocupación justificada. Sin embargo, hay medidas que puede tomar para preparar su vida financiera antes de que se produzca una recesión económica.

Controle su tesorería

Uno de los mejores primeros pasos que puede dar cualquiera que se prepare para una recesión económica es evaluar el flujo de caja. Esto significa examinar el dinero que entra y el que sale.

Para empezar, basta con sumar todas las fuentes de ingresos, desde los ingresos por afán de lucro hasta las nóminas. Esto te dará una idea clara de cuánto dinero tienes para trabajar cada mes o cada periodo de pago. A continuación, deberás tener en cuenta el dinero que sale. Como esto puede ser difícil de controlar, es útil dedicar algún tiempo a hacer una lista de todos los gastos mensuales, incluidos los extras como viajes, aficiones, salidas a cenar y ocio. Una vez que la tengas, suma todos los gastos. Con ambas cifras en la mano, puede restar los gastos totales de los ingresos totales. 

Si tiene déficit, es decir, si sus gastos totales son superiores a sus ingresos totales, ha llegado el momento de actuar. Puede empezar por analizar los gastos adicionales para ver si hay algo que pueda reducirse o eliminarse. Esto podría implicar limitar el número de veces que sale a cenar fuera al mes o cancelar una suscripción que ya no utiliza. Pero supongamos que este ejercicio no crea un flujo de caja positivo, en el que los ingresos superan a los gastos y sobra dinero cada mes. En ese caso, puede ser necesario evaluar los gastos necesarios. Esto puede incluir gastos fijos, como los de vivienda, coche, comida y servicios públicos. Al hacer esto, puede identificar las áreas en las que se pueden hacer cambios para mejorar el flujo de caja.

Elaborar un presupuesto

Tener un presupuesto es tan importante como conocer el flujo de caja. Una regla general es gastar 50% de tus ingresos en necesidades como vivienda, servicios y comida. Los siguientes 30% de los ingresos deben destinarse a gastos extra, como viajes, ocio o cenas fuera. Por último, 20% de los ingresos pueden destinarse al ahorro y al pago de deudas.

Con un presupuesto, puede ser más fácil trabajar con su flujo de caja en el futuro. Si tiene una idea clara de sus gastos e ingresos mensuales, podrá seguir identificando las áreas en las que puede estar gastando más de la cuenta. De este modo, podrá hacer los cambios necesarios para asegurarse de que sigue pudiendo hacer frente a sus gastos fijos.

Centrarse en el ahorro

Además de ajustar los gastos según sea necesario, es beneficioso centrarse en el ahorro. Durante una recesión económica puede haber menos puestos de trabajo disponibles, y las empresas pueden tener que despedir personal para ayudar a reducir sus propios costes. Esto puede dejar a las personas en una situación en la que sus ingresos fluctúen o sean inferiores a los habituales durante un tiempo. Contar con un colchón de ahorros sólido puede ayudar a mitigar parte de este riesgo. 

Los expertos recomiendan ahorrar para emergencias entre tres y seis meses de gastos. Este fondo de emergencia puede ayudar a cubrir facturas inesperadas o grandes gastos que inevitablemente surgen. Pero tenga en cuenta que prepararse para una recesión económica puede significar ahorrar más de lo habitual. Por ejemplo, si tiene un fondo de emergencia para tres meses, puede plantearse qué hacer para aumentarlo a cuatro, cinco o seis meses. Sin embargo, la situación de cada persona es única. Por eso es importante que quienes no tengan ahorros empiecen por ahorrar lo que puedan y vayan aumentando. 

Eliminar las deudas con intereses elevados

Otro problema que surge durante una recesión económica es la subida de los tipos de interés. Una forma de combatir la alta inflación y un estado económico en rápida expansión es aumentar el coste de los préstamos. La Reserva Federal lo consigue aumentando periódicamente el tipo de interés de la Fed, lo que repercute en los tipos de interés al consumo. Esto suele traducirse en tipos más altos para hipotecas, préstamos para automóviles, préstamos personales y tarjetas de crédito. 

Por ello, merece la pena ver qué se puede hacer para eliminar las deudas con intereses más altos o a tipo variable. Pagar la totalidad de un saldo no sólo significa tener una factura menos que pagar, sino también reducir el impacto del aumento de una deuda de interés variable, como una tarjeta de crédito, en el flujo de caja general. Si es posible, pagar más por las deudas con intereses altos puede reducir el saldo mucho más rápido que pagar el mínimo. Junto con esto, puede ser útil revisar el flujo de caja para ver de qué se dispone para el pago de la deuda y si puede hacer de la deuda de alto interés una partida prioritaria en su presupuesto. 

Otras opciones pueden ser la consolidación de deudas con intereses elevados. De este modo se puede conseguir un tipo de interés más bajo para las mismas deudas. A algunos también les puede resultar útil transferir el saldo de una tarjeta de crédito con un tipo alto a otra con un tipo cero o bajo. 

Sea cual sea la solución que elijas, es esencial que primero analices tus propias finanzas. Así te asegurarás de que estás tomando las mejores medidas para tu situación.

Considerar cambios en el estilo de vida

Aunque es fácil decirlo, hacer cambios significativos en el estilo de vida para prepararse para una recesión económica no es una tarea tan sencilla. Si los gastos son demasiado elevados para los ingresos, o si se produce una pérdida o cambio de empleo, puede ser necesario ajustar rápidamente el estilo de vida. Eso puede significar reducir el tamaño de la casa o eliminar extras como viajes y aficiones durante un tiempo. Estos cambios pueden ser chocantes en cualquier momento, pero pueden parecer aún peores cuando se nos imponen y requieren atención inmediata. 

Para prepararse para posibles ajustes en su estilo de vida, piense en lo que puede hacer ahora. Por ejemplo, si los gastos de vivienda se comen la mayor parte de sus ingresos totales, puede valer la pena evaluar alternativas. Del mismo modo, si su vehículo es lo último y lo mejor, pero le cuesta un ojo de la cara cada mes, cambiar a un modelo más barato puede ser la mejor opción. 

Lo esencial

Una recesión económica es una parte inevitable de la vida, pero no tiene por qué ser una experiencia incómoda. En lugar de ello, puede prepararse ahora ajustando su vida financiera según sea necesario. Lo mejor es empezar con el flujo de caja para asegurarse de que sus ingresos superan a sus gastos. A continuación, puede ser útil aumentar los ahorros, evaluar la deuda y ajustar las opciones de estilo de vida para ayudar a crear un colchón necesario para lo que pueda venir en el futuro.

Autor: Melissa Horton, Enrich
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